El 29 de junio de 2005 fue declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Con este apreciado galardón la isla de Gran Canaria se incorpora a la Red Mundial de Reservas de la Biosfera. La Villa de San Bartolomé de Tirajana participa en la misma con una superficie total de 14.824’2 hectáreas. La grandiosidad y amenidad de sus paisajes, sus excelentes pinares y su rica biodiversidad, con una obra humana que se traduce en un extraordinario patrimonio cultural, tanto en sus aspectos arqueológicos, como etnográfico, donde la arquitectura y la agricultura tradicional, surgidas de una íntima simbiosis entre el hombre y su medio, conforman un atractivo mosaico de pequeños asentamientos y cultivos en bancales, en cuyos pobladores aún hoy pervive un singular patrimonio inmaterial.